Hace poco tiempo que no sé nada de vosotras ni vosotras de mí. Quería contaros que en el año pasado (2014) tuve muchas experiencias, tanto malas como buenas, pero como se dice no hay mal que por bien no venga. Supongo que en esta vida nada es fácil ni tampoco bueno.
Puede que me doliera al principio, que me sintiera mal pero ahora veo que aunque habéis sido importantes, la vida sigue y me ha venido bien por un lado y es que he conocido gente maravillosa que me voy con ellos a sitios que nunca imaginé. Ya no estoy encerrada tanto como antes, conocer gente y hacer nuevas amistades me gusta. Por el otro lado pienso en vosotras, os echo de menos, claramente habéis sido unas grandes amigas y por eso aunque ya no me importéis tanto como antes os agradezco mucho los años con vosotras.
Me siento rechazada, como si diera asco o incluso tuviera el ébola. Sé que pude tener mis errores y vosotras los vuestros pero todos merecemos una oportunidad ¿no? Puedo deciros que el fuego que siento por dentro es la pasión que siento por vosotras, no puedo obligaros ni quiero que os quedéis conmigo, pero solo pido que al menos me escuchéis.
No os he hecho nada para que no os queráis acercar a mí o estar a mi lado ya que mi error lo pagué. No soy un bicho raro, era vuestra amiga a la que ahora parece que por una simple tontería odiáis. Me siento identificada con los niños que tienen ébola porque no os acercáis ni me dirigís la palabra cuando ya nos hemos “perdonado”. Este año nuevo a empezado muy bien y espero que para vosotras también.
P.D. Que os eche de menos no significa que os quiera de vuelta.
